A los niños les encanta jugar y chapotear en el agua, sobre todo cuando hay arena y barro de por medio Sobre todo en el verano, los juegos de arena con agua son especialmente refrescantes y proporcionan horas de entretenimiento. Pero chapotear, salpicar y construir con agua y arena no sólo es muy divertido, ¡también es importantísimo para el desarrollo y la percepción sensorial de los niños!
Risas alegres, ojos curiosos y manos que juegan con entusiasmo en el barro: no hay casi nada que fascine tanto a los niños como jugar con barro, arena y agua. Estos sencillos elementos de la naturaleza tienen un gran valor pedagógico y contribuyen al desarrollo óptimo de nuestros pequeños.